La Psique Femenina es profunda, compleja, oceánica.
Nace en el útero materno y evoluciona través de los ciclos vitales del hilo rojo de la vida de las mujeres.
Su desarrollo está condicionado por la naturaleza cíclica de sus procesos fisiológicos, corporales, mentales, emocionales, relacionales y culturales.
En su esencia, está principalmente conectada con las capacidades del hemisferio derecho del cerebro humano, destacando su capacidad intuitiva, creativa y afectiva.
La psique femenina se destaca por su capacidad contemplativa del mundo, su capacidad de leer no verbalmente las emociones y una fuerte predisposición a la empatía, la confianza, al sentimiento de vínculos con otros, así como con la capacidad de ofrecer y recibir apoyo y cuidados.
La Psique Femenina necesita expresarse y comunicarse.